GUÍA DE ARGUMENTOS – ARGUMENTOS MÚLTIPLES Y COORDINADOS


Un aspecto que puede ser útil para la evaluación de argumentos paralelos es entender cuál es la relación que guardan entre sí cada uno de los argumentos componente.  En la literatura especializada se han descrito, normalmente, dos tipos de argumentaciones paralelas: coordinadas y múltiples. Aunque es posible hacer una distinción más fina entre los tipos de argumentos paralelos, creo que es preferible quedarnos por los momentos con la división en los términos antes expuestos.

Efectos que pueden sufrir los argumentos paralelos

Para clasificar los argumentos paralelos es necesario estudiar dos efectos generales que pueden tener lugar sobre ellos. Estos efectos podemos llamarlos sustracción de premisa y adición de una premisa negativa.

(1) La sustracción de premisa sucede cuando un argumento paralelo pierde una premisa.

(2) La adición de premisa negativa sucede cuando a un argumento paralelo debemos agregarle la negación de una de sus premisas (eliminando la premisa original que ha sido negada).

La sustracción de una premisa solo reduce las premisas del argumento paralelo. La adición de premisa negativa puede introducirse mediante la expresión «aunque».

Por ejemplo, supongamos el argumento paralelo básico:

Debemos votar por José, porque José es inteligente y, además, se ha rodeado de un buen grupo de trabajo.

(1) La sustracción de la primera premisa dejará el argumento así:

Debemos votar por José, porque José se ha rodeado de un buen grupo de trabajo

(2) La adición de premisa negativa (con respecto a la primera premisa) dejaría el argumento así:

Debemos votar por José, pues, aunque José no es inteligente, se ha rodeado de un buen grupo de trabajo

Mientras que la adición de la premisa negativa, con respecto a la segunda premisa, sería:

Debemos votar por José, porque José es inteligente, aunque no se ha rodeado de un buen grupo de trabajo

Como puede notarse del ejemplo anterior, la adición de premisa negativa implica sustraer la premisa de apoyo en cuestión. De allí que la adición de premisa negativa sea un efecto más fuerte que la sustracción de premisa,  pues si un argumento paralelo sobrevive a la adición de premisa negativa, también sobrevivirá a la sustracción de premisa, pero no lo contrario: el que sobreviva a la sustracción de una premisa no garantiza que sobreviva a la adición de la negación de la premisa sustraída.

Los argumentos paralelos básicos (con dos premisas) los dividiremos en tres tipos, según el efecto de la evaluación: argumentos múltiples, coordinados fuertes y coordinados débiles. Veamos.

Argumentos múltiples

Los argumentos múltiples son aquellos argumentos paralelos (básicos) en los que cada premisa en apoyo a la conclusión es fuertemente independiente en el siguiente sentido: la conclusión original del argumento se mantiene aunque se añada una premisa negativa.

Ejemplo de argumento múltiple

Supongamos que alguien argumenta de la siguiente manera:

Nuestro sistema postal no es perfecto, porque las cartas no llegan a tiempo y, por otra parte, llegan en mal estado.

Podemos mantener la conclusión del argumento original aunque se añada una premisa negativa:

(a) «Nuestro sistema postal no es perfecto, porque, aunque las cartas llegan a tiempo, llegan en mal estado» o

(b) «nuestro sistema postal no es perfecto, porque las cartas no llegan a tiempo, aunque llegan en buen estado».

Como puedes notar, tener razones independientes a favor de una idea es excelente, porque puedes formar un argumento múltiple. Y de esa manera es necesario que el oponente ataque cada una de tus razones para socavar tu argumento.

Argumentos coordinados

Según los efectos que hemos estudiado, es posible conseguir dos tipos de argumentos coordinados, los fuertes y los débiles.

Los argumentos coordinados fuertes son aquellos argumentos paralelos (básicos) en los que cada premisa en apoyo a la conclusión es débilmente independiente en el siguiente sentido: cada argumento componente del argumento paralelo, por separado, puede mantener la conclusión; es decir, la conclusión se mantendría ante una sustracción de premisa. Pero la conclusión no se mantendría si se añadiera una premisa negativa.

Ejemplo de argumento coordinado fuerte

El siguiente argumento está basado en un ejemplo dado por van Eemeren y Grootendorst (1992:74,78):

El sistema postal es perfecto, porque las cartas siempre llegan a tiempo y siempre llegan en buen estado.

Notemos que cada argumento componente pudiera mantener (aunque débilmente) la conclusión. Es decir, si se elimina una de las premisas, es plausible que aún se mantenga la conclusión:

(a) «El sistema postal es perfecto, porque las cartas siempre llegan a tiempo»

Y

(b) «El sistema postal es perfecto, porque las cartas siempre llegan en buen estado».

No obstante, si negamos una de las premisas, la conclusión no puede mantenerse:

(c) No es posible mantener el argumento:

El sistema postal es perfecto, porque las cartas siempre llegan a tiempo aunque no siempre llegan en buen estado.

(d) Tampoco es posible mantener el argumento:

El sistema postal es perfecto, porque, aunque las cartas no siempre llegan a tiempo, siempre llegan en buen estado.

No es posible decir que el sistema postal es perfecto si no es verdad que las cartas siempre llegan a tiempo o si es falso que siempre las consigamos en buen estado. En cualquiera de los dos casos chocamos con la definición de perfección.

Por su parte, los argumentos coordinados débiles son aquellos argumentos paralelos (básicos) en los que cada premisa en apoyo a la conclusión depende de la otra premisa en el siguiente sentido: ninguno de los argumentos componentes del argumento paralelo, por separado, puede mantener la conclusión; es decir, la conclusión no se mantendría ante una sustracción de premisa. Lo anterior implica que la conclusión tampoco se mantiene si se añade una premisa negativa.

Los argumentos coordinados débiles pueden verse como argumentos simples con una premisa compuesta de varias proposiciones conectadas por la conjunción.

Ejemplo de argumento coordinado débil

Supongamos que para que haya legítima defensa plena es necesario que concurran las siguientes circunstancias: (a) que la persona hubiese estado ante un peligro inminente y (b) que el medio que usó la persona para defenderse fuese proporcional al peligro. Si una de las circunstancias no está presente, entonces la legítima defensa no es plena.

Bajo ese contexto, imaginemos el siguiente argumento:

María actuó en legítima defensa, porque (a) estaba ante un peligro inminente y (b) el medio que usó para defenderse era proporcional al peligro.

El argumento es coordinado débil, veamos por qué:

(a) Si sustraemos la primera premisa, el argumento «María actuó en legítima defensa, porque el medio que usó para defenderse era proporcional al peligro» no es suficiente para mantener la conclusión en cuestión.

(b) Lo mismo sucede si suprimimos la segunda premisa.

Observación final:

Nota que toda la clasificación se ha basado en los casos más simples de argumentos paralelos, aquellos que tienen solo dos premisas. Muchas más combinaciones pueden tener lugar si hay tres, cuatro o más premisas.

Además, hay un tipo de argumento paralelo que no hemos incluido. A esos argumentos los llamamos mixtos, porque tienen características múltiples y coordinadas en sus premisas (extraño, ¿verdad?). Si quieres conocer sobre tales argumentos, puedes consultar la primera parte de este artículo que publiqué hace un tiempo en la Revista Iberoamericana de Argumentación.


En la próxima entrada evaluaremos los argumentos paralelos según la clasificación que hemos estudiado aquí.

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