MOZART VS SALIERI - FALACIA SNOB VS FALACIA AD POPULUM
Las
falacias ad populum son frecuentes en
los discursos políticos. No cabe duda. Sus fanes más acérrimos son los oradores
populistas y nacionalistas. Sin embargo, a veces surgen estudios científicos –o
con pretensiones de serlo– que nos hacen advertir que siempre debemos estar en
guardia, con ojo crítico, ante nuestros sesgos y errores de razonamiento. En
esta entrada quiero destacar uno de tales estudios pretendidamente científicos
que, curiosamente, mientras desnuda una falacia ad populum comete otra del mismo signo.
Antes
de entrar en el estudio, recordemos que los argumentos ad populum son esquemas argumentativos legítimos en muchas ocasiones. En general,
describimos dos formas que puede tomar: el argumento de apelación a la mayoría
(dado que la mayoría cree o hace X, concluyo X o que debo hacer X) y el
argumento de apelación a la pertenencia a un grupo (dado que el grupo al que
pertenezco cree o hace X, concluyo X o que debo hacer X). Sin ánimo de ser
exhaustivos, normalmente se consideran falaces las argumentaciones ad populum cuando:
(1) El tema no es algo de lo que pueda opinar apropiadamente el grupo o la
mayoría, porque hay criterios objetivos que no han tomado en cuenta o que no
pueden conocer; o porque el grupo o la mayoría no está en una posición
privilegiada para conocer sobre ese tema.
(2) La pertenencia al grupo o el poder persuasivo de lo que hacen las mayorías conduce a una valoración exagerada del argumento ad populum, desechando criterios
objetivos o buenas razones sobre el tema.
Ahora
sí. Ya estamos en condiciones para abordar lo que dice el estudio
científico que quiero tomar de ejemplo. El estudio en cuestión es una nueva
investigación del doctor Mikhail Simkin, titulada scientific comparison of Mozart and Salieri (comparación científica
de Mozart y Salieri). A Mozart todo el mundo lo conoce: uno de los grandes
músicos de la historia, alguna vez habrás tarareado su música. Pero, ¿quién era
Salieri? Si has visto la película Amadeus
(dirigida por Milos Forman) sabrás que Antonio Salieri es pintado como el rival
de Mozart, pero uno que no llegaba a hacerle mella a su genio y grandeza;
aunque era el maestro de capilla en la Corte Imperial de Viena, envidiaba
(según la película) a Mozart y odiaba su propia mediocridad, hasta el punto de…
bueno, no pienso espoilear la
película, es preferible que la veas, no es una obra maestra, pero es
entretenida.
La
descripción de Salieri en la película es exagerada y, por lo que he leído,
injusta. En eso están de acuerdo los historiadores de la música, hasta donde
sé. Pero, igual, no muchos conocen la música de Salieri y, por el contrario,
todos conocen algo de la de Mozart; así que es posible que haya un sesgo que
engrandezca la obra de este último y empequeñezca la del primero (y de otros
músicos contemporáneos de Mozart). No creas, lector, que no ha pasado antes: Johann Sebastian Bach,
actualmente considerado uno de los más grandes músicos de la historia, cayó en el olvido luego de
su muerte (a mediados del siglo XVIII); tanto así que, según dicen, cuando
se hablaba de Bach se referían a su hijo (Carl Phillipp).
La sana envidia de Salieri en Amadeus. |
Volvamos
a Simkin y su estudio. Lo primero que se pregunta es (traducción mía) «¿te
sientes seguro de que Mozart era un genio y Salieri una mediocridad envidiosa,
y su música no podía siquiera compararse?». Para mostrar si esto es una
ilusión, Simkin creó un test con diez clips musicales de un minuto, tanto de
Mozart como de Salieri. La idea era que las personas identificaran cuáles clips
pertenecían a música de Mozart y cuáles, de Salieri (todavía se puede hacer el test). Más de once
mil personas tomaron el test, y el resultado promedio fue de 6,1 de 10 puntos
posibles; poco mejor que el resultado que tendría si hubiesen adivinado.
Hasta
aquí, todo bien. Simkin muestra que nuestra creencia de que conocemos la música
de Mozart y que sabemos que era mejor que Salieri es un sesgo. Nos han dicho
que Mozart es mejor, pero ni siquiera hemos escuchado la música de sus
contemporáneos, no tenemos con quién compararlo ni –esto es importante– los
criterios para distinguirlos.
Previendo
la crítica de que las personas que tomaron el test no tenían gustos refinados
(y, por tanto, criterios para distinguir entre buena y mala música clásica),
Simkin identificó los lugares desde donde las personas tomaron el test. Resulta
que filtrando los lugares donde vive la «élite» (grandes y famosas
universidades estadounidenses), el puntaje no fue mucho mejor: 6,25 de 10. La
conclusión del estudio es que Mozart no es mucho mejor que Salieri:
Mozart está sobreestimado cuando lo comparamos con un grupo pequeño de personas talentosas.
En
el párrafo y la cita de las conclusiones se desnuda una falacia pero se comete
otra, ambas relacionadas con falacias ad
populum. La falacia que deja al desnudo es una especie de falacia snob, la falacia que comete es
una forma de falacia ad populum por
apelación a las mayorías. Veamos en qué consisten ambas y analicemos dónde se
cometen en el estudio.
Salieri y Mozart |
Argumento y falacia snob
Los
argumentos (no necesariamente falaces) que apelan a lo snob pueden verse de dos
maneras: como una reacción a los argumentos ad
populum de apelación a las mayorías o como un tipo de argumento de
apelación al grupo al que se pertenece o con el que se simpatiza. En el primer
caso, el esquema puede interpretarse de la siguiente manera:
Argumento snob por reacción a la
opinión de las mayorías
Las mayorías creen o hacen A
Por tanto, no es verdad A o no debo
hacer A
En
el caso del argumento snob por apelación
al grupo tenemos el esquema:
El grupo X es considerado un grupo
élite
El grupo X cree o hace A
Por tanto, es verdad o debo hacer A
En
ambos casos, la falacia snob se comete, normalmente, cuando existen criterios
objetivos o buenas razones sobre A que no son tomados en cuenta por el
argumentante. Nota que si, por ejemplo, me he dado cuenta de que mis gustos
culinarios no son los de la mayoría de la gente, puedo concluir que cierto
restaurante muy popular no es una opción para mí, pues seguramente no me
gustará su comida. Pero si el restaurante tiene tres estrellas michelin,
no puedo señalar que, como es popular, seguramente no es un buen restaurante.
En este último caso se comete la falacia snob porque no estoy considerando la
existencia de criterios más o menos objetivos que usan los expertos al evaluar
el sitio como un buen restaurante (claro, a menos que expresamente señale que,
en ese caso, por bueno entiendo mis gustos personales).
Pues bien, en
el estudio se desnuda una falacia snob que cometen muchas personas (y,
sinceramente, yo también he caído en ella muchas veces): el hecho de que la
música de Mozart sea considerada buena por la élite no quiere decir que sepamos
distinguir entre buena, mediocre y mala música clásica. Muchos de los que
forman parte de las élites pueden creer que están en mejor posición que el
resto de la población para identificar por qué la música de Mozart es superior,
pero esto es una ilusión, según demuestra el test.
No
podemos asegurarlo, pero, probablemente, los que cometen la falacia snob con
respecto a la música de Mozart caen en una o ambas formas de la falacia: por
una parte, creen que la mayoría no aprecia el genio de Mozart y, como necesitan
sentirse mejores que la masa, por reacción, comienzan a apreciar su música; por
otra parte, se nos ha creado una imagen según la cual las personas intelectual y
culturalmente superiores aprecian las bondades de Mozart, y como queremos
sentirnos parte de ese grupo, estimamos que Mozart es mejor (por cierto, en
este último punto parece cometerse otra falacia, una afirmación del consecuente; ¿la puedes ver,
estimado lector?).
Falacia ad populum por apelación a las mayorías
Pero
el problema del estudio de Simkin es que, mientras desnuda una posible falacia
snob, cae en el otro extremo: concluye que Mozart no es tan bueno comparado con
sus pares apelando a la imposibilidad de las mayorías para distinguirlo de
Salieri.
Dejemos
de lado que hay una generalización apresurada (un tipo de falacia inductiva de
la que hablaremos en otra ocasión) cuando el estudio concluye que se
sobreestima (en general) a Mozart, pues la comparación estadística fue con
respecto a uno solo de sus pares. Además, pudiéramos poner en duda si los clips
musicales de un minuto son suficientes para una comparación satisfactoria (una especie de muestra
sesgada). Incluso así, el hecho de concluir que Mozart no es mucho mejor que
Salieri, basado en que las mayorías (o la mayoría de la élite) no pueden
distinguirlos, es una forma de falacia ad
populum.
La
manera en que se comete la falacia es rara, pero eso la hace más interesante.
En este caso, no es que sigamos lo que opinan o hacen las mayorías, sino que
las mayorías creen que pueden distinguir entre Mozart y Salieri, pero no
pueden. En el estudio, esa incapacidad conduce a concluir que Mozart no es
mucho mejor que Salieri. El argumento principal del texto puede reconstruirse así:
Dado
que las mayorías (de la gente y de la élite) no pueden distinguir entre la
música de Mozart y Salieri; concluyo que Mozart no es mucho mejor que Salieri.
Al
reconstruirlo se hace evidente que hay algo incorrecto en esta forma de argumentar. El
problema está en que lo demostrado por
el estudio es que ni las mayorías ni las élites culturales poseen, por lo
general, criterios definidos para distinguir entre la música de Mozart y
algunos de sus contemporáneos; de manera que tampoco tienen criterios para
determinar por qué la música de Mozart es considerada superior al resto.
Pero para concluir que Mozart no era mucho mejor que algunos de sus pares, sobre la
base de esa incapacidad de las mayorías, es necesario:
(1) o que las mayorías tengan algún tipo de criterio que, al aplicarlo al caso, no sea capaz de discernir entre Mozart y el resto; o
(2) que el hecho de que las mayorías no tengan criterios implique que no hay criterio alguno para distinguir entre los músicos en cuestión.
(1) o que las mayorías tengan algún tipo de criterio que, al aplicarlo al caso, no sea capaz de discernir entre Mozart y el resto; o
(2) que el hecho de que las mayorías no tengan criterios implique que no hay criterio alguno para distinguir entre los músicos en cuestión.
En ambos casos se comete la falacia ad populum. En el primero, porque, justamente, se ha probado que las mayorías no poseen buenos criterios para distinguir entre los músicos. En el segundo, porque el argumentante no ha considerado, ni evaluado, pretendidos criterios y razones que los expertos aplican para distinguir entre Mozart y el resto –se ha dejado persuadir por lo que hacen las mayorías– (de cierta manera, esta segunda interpretación es también una falacia de generalización apresurada).
Si
lees el artículo científico del estudio de Simkin te darás cuenta de que, al
final, apoya sus conclusiones en lo
que señalaba un musicólogo contemporáneo, John Platoff. Perfecto, esta razón para concluir que Mozart no era mucho mejor que Salieri sí es legítima, porque es brindada por un experto en el tema (lo
que no quiere decir que sea la mejor razón que existe, pues no sabemos qué opinan otros expertos). No obstante, este movimiento argumentativo hace resaltar aún más la falacia que se comete cuando se toma
en cuenta la incapacidad de la mayoría para distinguir entre ambos músicos: hay
criterios más o menos objetivos que conocen los expertos, pero no las mayorías,
ni siquiera las de las élites culturales.
Para
cerrar. Si el señor Simkin demuestra que, al aplicar el test, un grupo
estadísticamente relevante de expertos musicólogos no pueden distinguir
(ostensiblemente) entre los clips de Mozart y Salieri, entonces sí tendremos
razones para dudar de la existencia de criterios objetivos para distinguirlos, y podremos concluir que, plausiblemente, Mozart está sobrevaluado con respecto a algunos
de sus contemporáneos. Mientras tanto:
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Antonio_Salieri
https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Salieri
https://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Sebastian_Bach
https://en.wikipedia.org/wiki/Johann_Sebastian_Bach
https://en.wikipedia.org/wiki/Wolfgang_Amadeus_Mozart
http://francis.naukas.com/2011/08/01/atencion-pregunta-sabrias-distinguir-la-musica-de-amadeus-mozart-de-la-de-antonio-salieri/
https://arxiv.org/abs/1107.4799
http://reverent.org/mozart_or_salieri.html
https://en.wikipedia.org/wiki/Antonio_Salieri
https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Salieri
https://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Sebastian_Bach
https://en.wikipedia.org/wiki/Johann_Sebastian_Bach
https://en.wikipedia.org/wiki/Wolfgang_Amadeus_Mozart
http://francis.naukas.com/2011/08/01/atencion-pregunta-sabrias-distinguir-la-musica-de-amadeus-mozart-de-la-de-antonio-salieri/
https://arxiv.org/abs/1107.4799
http://reverent.org/mozart_or_salieri.html
Sobre la opinión del experto, una vez leí que la falacia "ad verecundiam" puede darse aun si nos basamos en la opinión de un experto, si resulta que dicha opinión es objeto de controversia dentro de los expertos en el tema.
ResponderBorrarEl problema es que ahí comienzan los borrosos límites entre un argumento falaz y uno débil. Apoyarse en la autoridad de un experto en un área, cuando la opinión que se quiere apoyar está relacionada con esa área, en principio, no es falaz. Pero, claro, si se usa para desechar cualquier otra opinión (incluso de la comunidad de expertos en el tema), entonces es falaz.
ResponderBorrarExcelente.
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