GUÍA DE ARGUMENTOS – FALACIA DE LA BARBA
La falacia de la barba o falacia del continuum está íntimamente ligada a los argumentos a partir de una definición (ver aquí). Supongamos que algo, A, ha sido clasificado como un X por alguna definición D; la falacia de la barba sucede cuando se objeta que haya una distinción real entre lo que se ajusta a la definición y lo que no, debido a que cierto criterio de dicha definición D es vago o borroso.
Esquema de la falacia:
Suponiendo
que se pueden distinguir los extremos de X y no X (por ejemplo, barba y no
barba), y suponiendo la existencia de una definición D cuyo criterio c
distingue los X de los no X.
Premisa 1: el criterio c de la definición D (que distingue los X
de los que no son X) es vago o borroso
Conclusión: no hay una distinción real entre lo que es un X y lo
que no es un X
El error de la falacia reside en que el hecho de que seamos incapaces de hacer una distinción clara mediante el criterio c de la definición (premisa) no implica (es irrelevante para concluir) que realmente no haya diferencia entre los extremos (conclusión).
Por
ejemplo, el hecho de que no se pueda hacer una distinción clara entre lo frío y
lo caliente no quiere decir que no podamos fijar criterios (vagos) para
distinguirlos, y tampoco implica que sea incorrecto catalogar una cacerola
hirviendo como caliente. De igual manera, es falaz señalar que por cuanto los
criterios entre calvo y no-calvo son borrosos, no hay diferencia entre el tío
Lucas (tío Fétido) y el tío Cosa (el primo Eso) de la familia Adams, o que es falso que el tío Lucas pueda
ser considerado calvo.
Ejemplos y
reflexiones en el blog:
- Falacia de la barba, criterios borrosos y
argumentos en Venezuela (aquí)
-
¡Por las barbas de mi abuelo! por qué era difícil definir qué había en Venezuela…
pero ya no tanto (aquí)
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