GUÍA DE ARGUMENTOS – FALACIA IGNORATIO ELENCHI TELEOLÓGICA
La falacia ignoratio elenchi teleológica o ignoratio elenchi en sentido estricto (falacia de ignorancia en la cuestión) es un
tipo de falacia por irrelevancia: las premisas no son directamente relevantes
para hacer más aceptable la conclusión. Sucede cuando tienen lugar las
siguientes condiciones:
(1) En algún contexto o situación
existen algunos fines generales F.
(2) En tal contexto hay al menos
dos opciones razonables de acción (A1, A2), excluyentes
entre sí (si llevo a cabo A1, no puedo llevar a cabo A2),
que pudieran satisfacer F.
(3) Está en discusión (implícita
o explícitamente) cuál acción llevar a cabo, A1 o A2; o,
al menos, se cuestiona de alguna manera la realización de una de las acciones (supongamos
A1).
(4) Un argumentante propone una
de esas opciones (por ejemplo, A1) razonando que la opción elegida
satisfará los fines generales, pero sin dar razones específicas que hagan más
aceptable dicha opción (con respecto a las demás) ni razones que desechen las
otras opciones. Es decir, su argumento es de la forma:
Premisa: A1 hará que cumplamos o satisfagamos el fin
F
Conclusión: debemos llevar a cabo A1
El error en esta forma de razonar, en las condiciones de contexto antes mencionadas, es que la premisa es irrelevante para llegar a la
conclusión (para hacer más aceptable esa conclusión), porque dicha premisa (con A2 en vez de A1) también puede
servir para apoyar la otra opción (A2), que, recordemos, excluiría la
opción A1. En otras palabras, la premisa por sí sola no es capaz de
apoyar una de las opciones y excluir la otra, de manera que no puede resolver
el conflicto o problema principal: cuál de las opciones elegir.
¿Cómo
enfrentar esta falacia? Lo mejor es intentar replicar señalando que la misma
razón usada para apoyar para apoyar la opción A1 pudiera usarse para apoyar A2. También quedará desnuda la falacia si se
le pregunta al argumentante falaz: «¿y por qué A1 en particular y no la otra opción?».
Ejemplo
básico:
Supongamos que para saciar el hambre puedes elegir entre
comerte una pera o una manzana (cualquiera puede saciar tu hambre). Supongamos también que no sabes cuál será
preferible y, por eso, le preguntas a un amigo cuál cree que debe ser tu
elección. Tu amigo contesta: «debes elegir la manzana»; tú le repreguntas «¿pero,
por qué elegir la manzana y no, la pera?»; y tu amigo te dice «porque si te comes la manzana saciarás tu
hambre».
El argumento de tu amigo (comer la manzana saciará tu hambre, por
tanto, debes elegir la manzana) cae en la falacia ignoratio elenchi que hemos estudiado, pues la razón que ha dado no
descarta la otra opción: elegir la pera.
Ejemplos y
reflexiones en el blog:
- Decisiones extraordinarias requieren razones extraordinarias (aquí)
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