CÓMO ORGANIZAR ARGUMENTACIONES PARALELAS
En la entrada anterior señalamos que los argumentos paralelos son aquellos en los que la conclusión es apoyada directamente por varias premisas. Esto equivale a decir que un argumento paralelo es una estructura argumentativa compuesta por varios argumentos simples que comparten la misma conclusión. Ahora estudiaremos cómo identificarlos en una discusión y cómo organizarlos.
Notación
que usaremos para representar la estructura de los argumentos paralelos
De ahora en adelante, un argumento paralelo
básico (con solo dos premisas) será formalizado de la siguiente manera «C-P1-P2»,
donde P1 y P2 son premisas directas en apoyo de C (la
conclusión). Si recuerdas la entrada
sobre la organización de los argumentos
subordinados notarás la pequeña modificación: en el caso de los
subordinados una de las premisas (P1) apoya directamente la
conclusión C, pero la otra (P1.1) apoya directamente la premisa 1 (e
indirectamente C); así que la notación era «C-P1-P1.1».
El caso básico de argumento paralelo es
«C-P1-P2», pero nada obsta para que sea más complejo, con
un número mayor de premisas paralelas: «C-P1-P2-…-Pn».
Para simplificar, en lo siguiente usaremos argumentos paralelos básicos.
¿En
qué patrones puedes organizar o conseguirte los paralelos básicos?
Los tres patrones en los que puedes
conseguir los argumentos paralelos básicos son:
C-P1-P2
P1-C-P2
P1-P2-C
Por ejemplo, el argumento «debe
permitirse la producción de marihuana, porque de esa manera disminuirá el narcotráfico
y el Estado tendrá un mayor control sobre la producción de la droga» es un
patrón C-P1-P2.
Si lo hubiese expresado de la siguiente manera:
«al permitirse la producción de
marihuana disminuirá el narcotráfico y el Estado tendrá un mayor control sobre
la producción de la droga; por lo tanto, debe permitirse la producción de
marihuana» estaríamos ante un patrón P1-P2-C.
¿Qué
marcadores argumentativos se usan frecuentemente con subordinados?
En lo siguiente conseguirás un cuadro
en el que, por cada patrón, verás los marcadores argumentativos comunes (pero
no exhaustivos) con los que son expresados, un ejemplo abstracto y un argumento
concreto. Para el ejemplo concreto usaremos el siguiente argumento:
C: no es inmoral experimentar con los embriones
humanos (EH);
P1: los EH no sufren;
P2: los EH no son seres
humanos.
Patrón
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Ejemplo abstracto
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Ejemplo real
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C-P1-P2
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«Concluimos que C, porque
P1, y, además, porque (por cuanto) P2»
«Afirmamos que C, dado que, por una parte, (hemos probado que) P1; y, por otra parte, P2»
«C, por cuanto P1, y P2»
«Concluimos que C, en
primer lugar, porque P1 y,
en segundo lugar, porque P2»
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«Concluimos que no es inmoral
experimentar con EH, porque los EH
no sufren, y, además, porque los EH no son seres humanos»
«Concluimos que no es inmoral
experimentar con EH, porque, en primer
lugar, los EH no son seres humanos y,
en segundo lugar, los EH no sufren»
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P1-C-P2
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«Dado
P1, C. Aunado a lo anterior,
otra razón para la conclusión es
que P2»
«Por
cuanto P1, debemos concluir
que C; pero, también por cuanto P2»
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«Dado
que los EH no son seres humanos, no es inmoral experimentar con los EH. Aunado a lo anterior, otra razón para
la conclusión es que los EH no pueden sufrir»
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P1-P2-C
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«Dado
P1 y P2 (podemos concluir que)
C»
«Tiene lugar P1, además, tiene lugar (se ha probado,
es evidente) que P2; por lo
tanto, C»
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«Dado
que los EH no son seres humanos y que los EH no sufren, no es inmoral
experimentar con los EH»
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Empaquetando todo – cómo puedes crear y organizar
tus argumentos paralelos
1- Para crear argumentos paralelos es
esencial determinar cuáles razones apoyan tu idea u opinión. Si tienes más de
una razón, entonces puedes construir un argumento paralelo.
2- Articula cada razón con claridad. Es
recomendado usar marcadores argumentativos usuales para expresar varias razones
(además, otra razón es, aunado a, en primer lugar, en segundo lugar).
3- Cuando se expresan argumentos
paralelos en un solo movimiento discursivo (por ejemplo, en un párrafo de un
texto) el orden de los elementos dependerá de la claridad y la fuerza
persuasiva que pretendes lograr en tu audiencia.
Por ejemplo, si tienes muchas razones,
expresarlas antes que la conclusión puede hacer que el argumento sea difícil de
seguir por tus oyentes o lectores. En ese caso es preferible poner primer la
conclusión.
Por otra parte, si tienes unas pocas
razones, la opinión que mantienes choca con creencias o valores de tu audiencia
y quieres tener un mayor efecto persuasivo, entonces lo mejor es expresar
primero las razones más fuertes y aceptadas por la audiencia.