ARGUMENTO EN MATAR A UN RUISEÑOR (TO KILL A MOCKINGBIRD)
Una de las películas que mejor representa el papel del abogado virtuoso, valiente y correcto es, sin lugar a dudas, matar a un ruiseñor (dirigida por Robert Mulligan). En este video les muestro el argumento de cierre del abogado, Atticus Finch (Gregory Peck).
Para quien no lo
recuerde o no la haya visto, Atticus defiende a Tom, un hombre negro
injustamente acusado de violar a una mujer blanca.
Nota los
argumentos y la forma de expresarlos. Recuerda que se dirige a un jurado
conformado totalmente por blancos, muchos de ellos con prejuicios hacia los
negros.
Una forma de
analizar el discurso de Atticus es dividirlo en la parte que tiene que ver con
sus argumentos de fondo, sobre la culpabilidad de Tom, y otra parte que tiene
que ver con su discurso persuasivo hacia el jurado.
Con respecto a
los argumentos de fondo, en defensa de Tom, señala Atticus lo siguiente:
- No hay examen
médico.
- La víctima fue
golpeada por alguien que usa la mano izquierda, pero Tom tiene inutilizado ese
brazo.
- Los testimonios
se contradijeron en el interrogatorio cruzado.
- La mejor
hipótesis, dadas las circunstancias, es que la víctima acusa a Tom porque no
podía con la carga de vergüenza y con el miedo, dado que lo besó (a un hombre
negro) y trató de seducirlo, algo que es severamente castigado por los códigos
de la sociedad en la que vive.
Este último
argumento puede estudiarse como un argumento
abductivo o de la mejor explicación posible.
Mira este
diagrama (no exhaustivo, pero que puede servir de guía) de los argumentos
señalados por Atticus. Las flechas verdes indican que estamos ante una razón de
apoyo para cierta conclusión, las flechas rojas indican que estamos ante una
razón en contra. La proposición general es si Tom es culpable de haber violado
a la víctima. Atticus da razones en contra.
Por su parte, con respecto al discurso persuasivo, en
este caso se evidencia que los buenos abogados no solo tienen buenos
argumentos, sino que saben expresarlos de manera convincente.
Atticus se dirige
a un público prejuicioso y racista, pero intenta apartarlo de tales
sentimientos y creencias, con el fin de que haga el bien y decidan de manera
imparcial. Es importante notar cómo su tono de voz y sus expresiones son algo
exageradas, haciendo notar el severo desagrado que siente ante las falta
morales y la injusticia a la que se ha sometido a Tom.
Por último, nota
que Atticus usa un discurso que podríamos llamar ad misericordiam (de apelación a la piedad) o, en general, de
apelación a los sentimientos. Pero no
parece ser un uso falaz, pues no busca con ello obstruir la discusión o impedir
la imparcialidad de quienes deben decidir, sino todo lo contrario: su discurso
tiene como objetivo que la audiencia se convenza por los mejores argumentos y
decida según lo justo. Por eso es que el tema de las falacias es interesante y
complejo, tiene muchos matices que deben ser estudiados.
Si quieres leer
más sobre la película, te recomiendo esta entrada del blog Derecho y Cine: https://derechoconarteve.blogspot.com/2017/07/derecho-y-cine-matar-un-ruisenor.html
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